Trabajos de Invierno 2024: Impacto y Compromiso en Marchigüe

El 21 de julio, alrededor de 60 voluntarios y voluntarias de diversas generaciones y carreras del Campus Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez viajaron a Marchigüe para participar durante una semana en los Trabajos de Invierno 2024. Esta iniciativa, organizada por el grupo TTi, se ha consolidado como una de las actividades de voluntariado más significativas de la universidad, destacándose por su impacto tanto en las comunidades beneficiadas como en los propios estudiantes.

Una semana de entrega y conexión

Los trabajos de este año se centraron en la mejora de viviendas, donde los estudiantes se dedicaron a instalar revestimientos interiores para proteger a las familias del frío invernal. Sin embargo, el Jefe de TTi 2024, Felipe Olivares, subraya que el mayor aporte no fue solo material, sino también emocional: «La energía entregada por los voluntarios es a veces lo que las personas más necesitan», afirmó. La motivación y disposición de los estudiantes quedó demostrada desde el inicio, con las inscripciones llenándose el primer día y una gran asistencia al bingo de recaudación.

Desafíos y nuevas experiencias

Este año, el TTi se distinguió por un cambio en la dinámica de la estadía, ya que las vacaciones universitarias no coincidieron con las escolares. Esto llevó al equipo a adaptarse y alojarse en una residencia estudiantil compartida con internos, una experiencia inédita que permitió a los voluntarios conocer otras realidades. «Fue una oportunidad única que acercó a nuestros estudiantes a situaciones diferentes a las que están acostumbrados», destacó Felipe.

Trabajo en equipo y creación de vínculos

La integración entre los voluntarios fue clave para el éxito de la semana. Desde el segundo día, cada cuadrilla de trabajo se convirtió en una pequeña familia, lo que fomentó un ambiente de compañerismo y colaboración. «El tremendo trabajo de los jefes de cuadrilla hizo que los voluntarios se sintieran parte de algo más grande, creando lazos que perdurarán más allá de esta experiencia«, mencionó Felipe Olivares.

Un cierre con el corazón lleno

Al final de la semana, Felipe compartió un mensaje de gratitud y reflexión: «Nos hemos dado cuenta del tremendo impacto que generamos en pocos días. La ayuda a cada familia, a cada persona visitada, es valiosa y significativa por sí sola. A veces, lo más valorado es el simple hecho de cambiar la rutina, compartir, y ofrecer un oído atento«. Felipe agradeció a la directiva por su esfuerzo y a los voluntarios por su disposición, expresando su deseo de volver a vivir esta experiencia en el próximo año: «Me voy con el corazón muy lleno y con ansias de que llegue el próximo año para volver a esto. ¡Muchas gracias, TTi, por otro año más!».

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