Luego de los lamentables incendios que azotaron la ciudad de Viña del Mar este jueves 23 de diciembre, dejando más de 100 casas quemadas y familias damnificadas, la comunidad UAI se organizó rápidamente para entregar ayuda a quienes lo necesitaban y una de las primeras gestiones fue formar un centro de acopio desde el viernes 24 en el Campus Viña. Estudiantes, docentes, colaboradores y ciudadanos de zonas cercanas a la universidad, visitaron nuestro campus para hacer entrega de donaciones: insumos de limpieza, alimentos no perecibles, artículos de aseo, entre otros. También se avanzaron en distintas iniciativas, para apoyar a la población afectada de Viña del Mar, como celebraciones de navidad, aporte en comedores sociales, remoción de escombros, entre otros.
Los apoyos coordinados desde UAI Viña nacieron originalmente de la coordinación de Centros de Estudiantes, Federación y Dirección de Asuntos Estudiantiles, quienes trabajaron desde el jueves 23 de diciembre para dar una ayuda oportuna y contundente a la zona afectada. Lo primero que se gestionó fue la creación del Centro de Acopio UAI y la conformación de un grupo de voluntarios a través de un whatsapp, donde todos y todas quienes querían ayudar pudieron unirse al colectivo y participar de las iniciativas en proceso, o crear sus propias ayudas y convocar voluntarios/as dentro de la comunidad UAI. No sólo se aportó a través del Centro de Acopio, sino también esta red funcionó para reunir interesados/as para visitar los cerros y remover escombros junto a TECHO; apoyar en comedores sociales y albergues; y gestionar donaciones de regalos de navidad.
Desde el Centro de Estudiantes de Periodismo (CEP), su presidente Rodrigo Espinoza de cuarto año, indica que fue muy importante la rapidez con la que lograron movilizar a los y las estudiantes: «En términos simples, fue increíble lo rápido en que cerca de 150 personas se sumaron al grupo de voluntariado y los centros de estudiantes destinamos todos nuestros equipos para poder superar la emergencia. En cuestión de horas ya estaba funcionando el centro de acopio y en menos de un día estábamos subiendo a los cerros. Fue vital acompañarse de la experiencia de otros líderes al interior de la red de egresados y la gestión de la Dirección de Asuntos Estudiantiles».
Desde los Centros de Estudiantes y Federación se coordinaron visitas a las zonas damnificadas, para realizar catastros de la situación y así definir dónde se requería la mayor y más rápida ayuda. Acudieron a los cerros de Viña del Mar para entregar almuerzos junto a las comunidades organizadas y facilitaron cajas de alimentos con las donaciones realizadas al Campus.
El Centro de Acopio UAI recibió aportes hasta el lunes 26 de diciembre, día en el cual se dio entrega de lo facilitado por la comunidad a la Parroquia Nuestro Señora de Fátima, organización que día a día visita las poblaciones afectadas, entregando insumos y facilitando alimentación a las familias.
«Fueron largas horas de trabajo, de muchos llamados a campamentos, centros de acopio, el municipio, familias afectadas, etc. Pero nos deja tranquilos que la UAI está contribuyendo a superar la emergencia, cooperando en comedores sociales y, además, creando redes de suma importancia para que esto no se deje de lado cuando las cámaras de televisión se vayan o haya otro evento de relevancia comunicacional», señala Rodrigo.
Celebrando Navidad con la Escuela Santa Filomena
Además de los múltiples apoyos gestionados, junto a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima se logró generar un vínculo con la Escuela Santa Filomena de Viña del Mar, la cual contaba con 20 familias afectadas por el incendio. De esta manera, con la coordinación de Centros de Estudiantes, Federación, DAE, Inglés, Deportes y Comunicaciones del Campus Viña, se organizó una mañana navideña junto a niños y niñas del establecimiento, quienes pudieron disfrutar de juegos inflables, pinta caritas, actividades deportivas y recibieron regalos desde los/as estudiantes UAI. «Pudimos contribuir a que la navidad de sus estudiantes afectados por la catástrofe fuera más amena, incluso la de los familiares que se sumaron», dijo el presidente CEP.
Pero según Rodrigo no quieren quedarse allí, sino que tienen planes a futuro para seguir aportando a las familias de Santa Filomena. Destaca que «en las próximas semanas lanzaremos una campaña para ayudar a las familias de este establecimiento y así paliar parte de los gastos del inicio del año escolar».
«No podemos ser indiferentes ante una tragedia tan grande. Vivimos en tiempos donde lo presencial ya no es requisito: hay campañas de donación, se pueden enviar las ayudas a través de compañeros/as o familiares, difundir lo que nuestra universidad hace. Es decir, opciones son muchas para los que pueden y quieren hacerlo. No hay aporte más o menos importante, hasta un mensaje que se comparte puede movilizar a decenas de personas, así ha ocurrido en estos días de emergencia», finaliza Rodrigo, haciendo un llamado a su comunidad estudiantil a movilizarse por su comunidad.