Cerca de 100 estudiantes del Campus Viña del Mar se inscribieron como voluntarios/as de la XXIV versión de Trabajos de Invierno (TTi), un grupo organizado y parte fundamental de la comunidad universitaria, que cada año se reúne y organiza para apoyar a localidades de nuestro país, mejorando la calidad de vida de las personas mediante la intervención de sus casas con aplicación de aislación térmica.
Este 2022 la comunidad beneficiada fue LLay Llay, comuna de la Región de Valparaíso, donde nuestros alumnos y alumnas se encuentran desde el 17 de julio, hasta el domingo 23 impactando positivamente a la población local. Este martes 19 de julio la Dirección de Asuntos Estudiantiles de Viña del Mar junto al Vicerrector, Claudio Osorio, visitaron a los y las voluntarias de TTi, quienes ya se encontraban trabajando en Llay Llay.
Se visitó el Liceo Jorge Prieto Letelier, el cual funciona como un centro de operaciones y residencia de los/as voluntarios; y luego se recorrieron algunas viviendas en desarrollo -llamados «casos» por la organización- y las cuadrillas que se encontraban avanzando, conociendo así el trabajo que día a día realizan los/as estudiantes, con compromiso y dedicación.
Una experiencia inolvidable
La organización de TTi destaca por su eficiencia. Ya habiendo generado el vínculo con la municipalidad de Llay Llay, seleccionaron una escuela como el espacio de estadía de la comunidad UAI, donde desde el día uno se organizaron mediante cuadrillas y turnos para asignar casos, mantener el orden y limpieza, cocinar y realizar actividades de esparcimiento para los voluntarios/as al retorno de su jornada en cada vivienda.
En Trabajos de Invierno se trabaja en cuadrillas de aproximadamente ocho personas cada una, con un jefe/a a cargo, quien guía a sus estudiantes, que este 2022 son mayoritariamente de primer año, demostrando el interés y compromiso de nuestros nuevos/as estudiantes por la acción social.
La directora de Trabajos de Invierno y estudiante de quinto año de Ingeniería Comercial, María Trinidad Castro, comenta que «tenemos pensado hacer entre 2 y 3 casos por cuadrilla, lo que harían un total de 23 casos aproximadamente por intervenir. Vamos a ayudar a familias de escasos recursos, ya sea en mediaguas o sus casas. El mejoramiento que nosotros hacemos es forrar las paredes de las habitaciones con planchas de vulcanita, hacer las murallas y techos»
Luego de una jornada intensa, donde cada estudiante participa del forrado de las habitaciones, las cuadrillas vuelven al liceo para descansar y compartir con otros voluntarios/as, mediante juegos y dinámicas que potencian los lazos, ya que otro gran objetivo de TTi es formar y fomentar la vida universitaria fuera del aula.
Antonia López, intendenta de TTi 2022 y estudiante de cuarto año en Ingeniería Civil Industrial, indica que la reacción de los voluntarios/as ha sido muy buena en esta nueva versión: «Los y las hemos visto muy motivados/as, con ganas a pasar que hemos pasado un poquito de frio tal vez y que faltan horas de sueño, porque nos levantamos muy temprano. Pero a pesar de eso, están muy motivados en aprender». Además, señala que se está cumpliendo parte del objetivo de la semana, que es dejarles el «bichito» TTi para que vuelvan a participar los años que vienen y construyan su comunidad: «Están muy felices, contentos, participan harto. Se han abierto en sus cuadrillas, ya no están solo con sus amigos y amigas, sino que se sientan con cualquier persona en la comida. En general creo que la experiencia los/as va a impactar muy positivamente y si o si van a querer volver. Porque esta semana -como le decimos- es la mejor semana del año»
«Esta vez somos 98 voluntarios y voluntarias, y dentro de ellos más de la mitad son nuevos/as. Este año por primera vez tenemos a integrantes que nunca han ido a TTi en la directiva, así que ha sido un tremendo desafío», señala María Trinidad y destaca que «también queremos lograr que los/as estudiantes que vienen por primera vez se motiven» y formen nuevamente esta tradicional comunidad que vivió una pausa por dos años debido a la contingencia sanitaria.
Generando lazos con la comunidad
Parte importante de la experiencia TTi son los vínculos que se forman en la semana de intervención. Pero no sólo con compañeros y compañeras UAI, sino también con la comunidad beneficiada, las familias que reciben a los/as estudiantes en sus casas con agradecimiento y que los/as acompañan en el proceso que impactará su bienestar. «Tratamos de compatibilizar el trabajo y la parte social con la familiar, para nosotros/as es muy importante hablar con las familias, estar con los niños/as y hacerles ver a los voluntarios/as que no solo vamos a ayudar, sino también a convivir con la gente que estamos apoyando», indica María Trinidad.
Jorge Corona, locatario de Llay Llay y dueño de una casa en intervención, señaló haber trabajado en construcción, por lo que aprovecha de guiar y apoyar a los/as voluntarios. Ya con una habitación forrada y preparada para el frío del invierno -mientras que estudiantes avanzan en una segunda pieza- Jorge destaca: «Estoy eternamente agradecido de la universidad y de los chicos»
En otro de las 23 casos donde está trabajando TTi, se encuentra Julio Serrano, quien además de apoyar el proceso de construcción, regala arroz con leche a los alumnos y alumnas que pasan por su casa. «Esto es para mi hija, mi hija de 13 años. Ahí le voy a preguntar de qué color quiere pintar la casa la señorita, ella es la que manda», dice Julio con mucho entusiasmo y agradece todo el trabajo que han dedicado estos últimos días.
Según la Antonia, en la semana de TTi se impacta a las familias de diferentes formas. Además del forrado de sus habitaciones, muchos voluntarios/as «impactan de forma personal a las familias. Solo con escucharlos ya los estás ayudando un poquito»
Para la directora de TTI 2022 es fundamental que los/as estudiantes participantes «entiendan viven una realidad privilegiada y que existen otras realidades diferentes. Que vean cómo se puede hacer un cambio que quizás a nivel macro es pequeño, pero que para esa familia el impacto es muy grande. Quizás ahora ellos/as -los voluntarios/as- piensan que es algo chico, pero esto genera un cambio en su forma de ver las cosas», finaliza María Trinidad.