El viernes 2 de octubre a las 18:30 hrs dentro del #CicloActualidad del grupo organizado Impulsa UAI, se invitó al Rector de nuestra universidad, Harald Beyer, para abarcar los nuevos desafíos de la educación, desde la contingencia y el futuro.
En una amena tarde con estudiantes del Campus Viña, el rector UAI dialogó con Sebastián Olivares, coordinador de Impulsa, quien inauguró la actividad dirigiendo la conversación a las adaptaciones educacionales que ha requerido la contingencia sanitaria. La autoridad UAI aseguró que la modalidad híbrida se está implementando en nuestra institución porque «nuestro foco es poner al estudiante al centro y brindarle la mejor experiencia, en todas las circunstancias».
Llevando la problemática actual al contexto escolar, el ex ministro de Educación dijo creer posible replicar el sistema mixto en colegios nacionales, ya que a pesar que significa una importante inversión, es alcanzable: «Los colegios han perdido contacto con alrededor del 10% de sus estudiantes, no saben qué está pasando con ellos y ellas […] Eso significa una tremenda brecha en equidad que se va a producir y no vamos a poder reparar en el corto y mediano plazo. La pregunta es cómo se podría haber evitado: creo que se podría haber evitado ocupando este tipo de tecnologías. Hemos ofrecido nuestra experiencia al servicio de educación pública, para contarles de estas experiencias y lo que hemos aprendido».
Al referirse del clima político chileno y sus discusiones sociales, el rector aseveró que «el debate público en Chile se ha empobrecido mucho». Y según Beyer, parte de la responsabilidad cae en las universidades, que se han enfocado en rankings e investigación, dejando de lado el debate nacional, las políticas públicas. «Hemos hecho un esfuerzo para reiniciar la presencia. Estimamos que se viene un debate de dos años sobre qué país queremos y creo que la universidad, la comunidad, puede contribuir mucho en ese proceso».
¿Cuál es la educación del futuro? Según él, una donde se incorpore un aprendizaje mucho más cargado a los proyectos, con trabajo colaborativo. Siguiendo ejemplos europeos, el rector anunció que «comenzaremos experiencias pilotos, para ir avanzando en esa linea. Da más vida, más interacción al proceso de aprendizaje. De alguna manera compatibiliza mejor nuestro modelo educativo con lo que creemos que es bueno para la educación de los y las jóvenes».
Siguiendo esa línea, que potencia la vida universitaria, destacó que las universidades tienen dos funciones sociales esenciales: la formación de jóvenes y el cultivo de pensamiento, que no florecen con censura o formas de ver el mundo impuestas: «Este pensamiento creativo, esta capacidad de discernimiento ético, de crear nuevo conocimiento depende de que uno se equivoque, que sostenga equivocaciones, que vaya cambiando, que vaya desarrollando un pensamiento propio producto de este intercambio».
«Atreverse a desafiar ese mundo. Sé que este es un mundo de cambios vertiginosos, pero ustedes van a tener herramientas para pensar fuera de la caja, desafiar espacios comunes, buscar nuevas soluciones, no dejarse atrapar por respuestas de texto, que los mayores pueden estar dando», dijo Beyer e incentivó a aproximarse a este proceso con humildad y certeza que el conocimiento y las buenas ideas están dispersas.