Patrick Murphy, quien lideró la lista “Creemos Conciencia”, hoy es el presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad Adolfo Ibáñez, Campus Viña del Mar. El alumno, que tiene como pasatiempo YouTube y las series, se describe como “alguien que trata de abarcar todo y poner de sí mismo en cada cosa que hace. Esa disposición a poner todo de sí en el trabajo es algo que aprendí de mi mamá con los pacientes que atiende como dentista”.
El alumno de tercer año de Ingeniería Civil Industrial explica que sus motivaciones para liderar el equipo formado por 30 personas nació del apoyo de su amigo Marco San Martín, quien es el actual vicepresidente del CEEIN. Además, Murphy agrega que: “Fue motivante sentir que tengo gente que me va a apoyar sin importar lo que venga. Esa confianza que han puesto en mí es la misma que tengo en ellos y ellas, por lo que no tengo por qué dudar de mí mismo si tengo un equipo unido”.
Como representantes estudiantiles, el presidente asegura que buscan fortalecer la participación de la comunidad. Asimismo, el alumno explica que “desde un principio no buscábamos lograr la mayor cantidad de actividades, sino que las más variadas, con el fin de poder llegar a todos los y las estudiantes de la facultad. Y ahora más que nunca, la necesidad se encuentra en poder tener un vínculo directo con las autoridades para poder velar por los intereses de la comunidad”.
Por otro lado, Murphy afirma que su objetivo también es lograr un trabajo eficiente. Como organización dicen verse reflejados/as en las actividades que proponen y coordinan, pues tratan de basarse en el aprendizaje de sus propias experiencias como alumnos/as UAI, para lograr hacer más llevadero el paso por la universidad a aquellos y aquellas estudiantes que participan, buscan una distracción o apoyo en los estudios.
El llamado que hace el presidente del CEEIN 2020 a la comunidad estudiantil es a una comunicación efectiva, ya que considera que “este no es tiempo de callarse, al contrario, hay que expresar qué problemas existen para poder solucionarlos. El diálogo es en ambas direcciones, pero si nos quedamos callados y calladas acerca de lo que nos aqueja, la tensión acumulada sólo estallará y no lograremos un trabajo en conjunto efectivo. No hay que olvidar que el estudiante ya no es un espectador en este panorama educativo, el paradigma ha cambiado: somos responsables y participantes activos de nuestra educación”.