El día viernes 21 del presente mes se llevó a cabo la primera ceremonia de licenciatura, en el auditorio del Campus Viña del Mar; las carreras de Ingeniería Civil y Derecho fueron las protagonistas del evento, contando además con un cocktail para finalizar.
Familiares y distintas autoridades de la Universidad, como el vicerrector del Campus Viña del Mar, Claudio Osorio, asistieron a la celebración, donde, además de entregar los reconocimientos académicos correspondientes, se festejó el cierre de su etapa universitaria. En la carrera de Ingeniería Civil, se reconoció a Vicente Ahumada Cancino, como el mejor de su generación; mientras que en Derecho se subió al escenario Katalina Jaman.
Por otra parte, esta ceremonia también fue el espacio para reconocer a quienes reciben el premio Artes Liberales. Este 2023, lo recibió Matías Marcos De La Fuente en Ingeniería Civil y Katalina Jaman de Derecho.
En el primer bloque de ceremonias, Sara Gajardo, estudiante de Ingeniería Civil Industrial, fue la encargada de dar el discurso final en representación de sus compañeros, entregando un mensaje centrado en la importancia de agradecer y valorar cada minuto de su estadía en la universidad, incluyendo sus mejores deseos y buena suerte en la nueva etapa que tanto ella, como sus colegas, inician ahora. Sin olvidar mencionar las dificultades que vivieron debido a la llegada del llamado estallido social y posteriormente la pandemia, destacando entonces la siguiente lección aprendida: «La incertidumbre vivida en esos años, nos enseñó que todo puede cambiar de un día para el otro y que el futuro es incierto. Es por esto, que los y las invito a vivir siempre en el presente, ya que, el pasado es historia, el futuro es un misterio y hoy es un regalo.»
Finalmente, en la segunda licenciatura, fue Joaquín García, estudiante de Derecho, quien estuvo a cargo de compartir sus palabras, donde hizo especial énfasis en lo rápido que pasó el tiempo y el golpe que significó para ellos y ellas la llegada de la pandemia, teniendo en cuenta el enorme giro que eso dio a su desarrollo académico, además de agradecer a sus compañeros/as y a la institución por su gran trabajo: «La Universidad Adolfo Ibáñez ha sido una gran parte de nuestras vidas. Nos ha brindado la formación y las herramientas necesarias para enfrentar el futuro con confianza y determinación. Hoy, podemos estar orgullosos y orgullosas de ser parte de esta gran institución. Hoy podemos tener la convicción de que nos han formado como buenos abogados y abogadas, pero sin duda, también nos han formado como mejores personas.»