El proyecto Caminos -ganador de un fondo concursable DAE (Dirección de Asuntos Estudiantiles) del primer semestre 2022- trabaja con el Centro de Tratamiento y Adicciones (CTA) del Penitenciario de Valparaíso para entregar herramientas a personas privadas de libertad. La iniciativa nació del estudiante Sandor Abad, de 4° año de Ingeniería Comercial, quien explicó que el objetivo principal no es solo mejorar el desarrollo profesional de las personas al interior del penitenciario, «sino que también darles una formación un poco académica de temas interesantes que de repente no siempre tienen acceso».
El proyecto de Sandor -que cuenta con sesiones semanales en curso- comenzó con diferentes talleres multidisciplinares, que abordaron temáticas como la literatura, inglés y emprendimiento, con el fin de entregar herramientas formativas para poder lograr una mejor reinserción a la sociedad. Aunque Sandor también enfatizó en la importancia de entregar una buena base de conocimiento además de herramientas profesionales. «Ellos valoran mucho (este conocimiento) que es muy difícil de tener acceso cuando uno está privado de libertad», aclaró el estudiante. De esta forma, la iniciativa se expande de manera transversal con la conformación de «una malla un poco más etérea, pero una malla para avanzar durante todo el semestre y (que) ojalá se mantenga por el resto del tiempo», destacó Sandor.
Por otro lado, Caminos busca también entregar materiales para apoyar este desarrollo personal dentro del Penitenciario de Valparaíso. Con la colaboración de la DAE y la Facultad de Artes Liberales, la Universidad donó más de 350 libros de Core Curriculum con el fin de aportar a este proyecto. «Es muy distinto, yo creo que un choque de realidad súper potente, cuando ves cómo se valora un libro afuera a cómo se valora adentro. El cuidado que les dan, la apreciación», expresó Sandor. Por lo que ha podido apreciar en sus visitas al CTA, las personas privadas de libertad agradecieron mucho los libros recibidos, ansiosos por saciar su «hambre intelectual» como indica el estudiante. Según el alumno, existen muchos prejuicios respecto al ambiente que se produce dentro de un penitenciario, aunque aclaró que «es un ambiente muy bienvenido y muy agradecido por toda la ayuda que llega, porque es como algo que queda muy abandonado muchas veces».
Sandor describió el nacimiento del proyecto como una «idea loca». Con la colaboración de la profesora Isabel Benjumeda, de la Facultad de Artes Liberales, la iniciativa surgió como una forma de combatir los efectos del encierro en estados y ambientes tensos, como lo es un centro penitenciario. En un principio solo formaban parte de Caminos Sandor y la profesora Isabel, aunque lentamente se han sumado otros estudiantes. Como proyección a futuro, el estudiante de Ingeniería Comercial espera que se conforme un grupo organizado que se haga cargo del proyecto.