Hace tres años que se realiza este Preuniversitario Social en conjunto entre la Universidad Adolfo Ibáñez, Campus Viña, y la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, donde el objetivo es apoyar la preparación PSU de estudiantes de la ciudad, tanto escolares como graduados que requieran de orientación. Este 2019, la iniciativa se realiza en el Colegio República de Colombia desde junio, para cerrar a fin de año.
El coordinador del proyecto, Vicente Ortiz, alumno de tercer año de Ingeniería Comercial UAI, aspira a ayudar a todos los alumnos y alumnas a rendir una buena prueba y a que desarrollen capacidades que van más allá de lo que mide la PSU. “Es una experiencia nueva que me gusta vivir ahora”, declara Ortiz, quien asumió este cargo oficialmente desde mayo de este año y desde entonces se ha dedicado gestionar un buen desarrollo de esta versión. Su rol es estar ahí para los monitores/as UAI, quienes se inscribieron voluntariamente a la actividad, apoyarlos/as y conseguirles el material para las clases, usando habilidades de gestión y coordinación que practica en la universidad.
La misión principal de la actividad es enseñar a alumnos y alumnas que están por rendir la PSU, sin embargo para Ortiz, éste no es el único foco. “Nosotros también tenemos talleres fijados de vocación, talleres de autoestima. Acompañamos el proceso con otro tipo de actividades y dinámicas para apoyar a los chicos y chicas que están en el preuniversitario”, señala y destaca que estas dinámicas aún no están puestas en práctica, pero espera que se apliquen desde la segunda mitad del segundo semestre.
Actualmente, este programa cuenta con la participación de 14 monitores/as UAI voluntarios/as de todas las carreras y alrededor de 70 alumnos y alumnas inscritas. De acuerdo con Ortiz, se trata de una buena experiencia, pues los/as estudiantes respetan el proceso de aprendizaje y a los monitores/as, lo que hace el trabajo más fácil para todos y todas. Por otro lado, son los monitores/as quienes deciden qué materia van a impartir, matemática o lenguaje, según sus habilidades o preferencias. “Tenemos 14 monitores hasta ahora, 8 de matemáticas y 6 de lenguaje”, señala el coordinador.
El estudiante de Ingeniería Comercial describe el Preuniversitario Social como “una instancia de apoyo a quienes lo necesitan. Una instancia de apoyo estudiantil para personas que quieren dar una buena prueba, que quieren salir adelante, a través de la orientación de personas que están con ganas de poder enseñarles”.
Dentro de sus planes a futuro, Ortiz pretende ir midiendo el nivel de los alumnos/as e ir reforzando las materias que más les cuesten, además de incorporar las dinámicas de liderazgo para el segundo semestre. Su idea es que los y las estudiantes desarrollen el rasgo “más interpersonal” a través de las actividades, a la vez que el programa de estudio se ajuste a sus necesidades.