Con una alta convocatoria, se realizó el segundo debate de Liber Podcast, proyecto de una agrupación estudiantil UAI que el año pasado ganó fondos concursables DAE para ejecutar sus iniciativas. Esta vez la discusión iba orientada a los estudiantes de Derecho y se contó con la presencia tanto de alumnos/as como docentes de esa carrera en el auditorio, sin dejar de lado una gran concurrencia de estudiantes de otras especialidades. Según comentan los asistentes al evento, el tema de la discusión fue acertado ya que es de interés público, “tanto a nivel político como individual y humano”.
“Estamos muy contentos, el auditorio estaba lleno”, comentó Nicole Plencovich, estudiante de Psicología y organizadora de Liber Podcast. Desde la agrupación dicen que el equipo está feliz porque la actividad sirvió como instancia de reflexión y para que las personas pongan a prueba sus propios fundamentos, escuchando argumentos distintos, lo que se condice con los objetivos del equipo.
“Me pareció, además de enriquecedor e interesante, una buena experiencia en la que pude confrontar mis argumentos y ponerlos a prueba respecto a los argumentos contrarios que esbozaron los expertos”, señaló Juan David Balvin, estudiante de Psicología que escuchó el debate.
En el equipo a favor de la moción, se encontraba Nicole Darat, doctora en Filosofía y docente UAI, junto a Tomás Wellmann, estudiante de segundo año de Psicología UAI y parte del equipo de Liber Podcast. En el bando contrario, participó Jorge Sandrock, abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesor de Derecho Constitucional UAI, con Paola Corti, doctora en Historia Medieval y docente UAI.
Según cuenta Plencovich, la preparación del debate fue rápida y los/as oradores de ambos equipos se mostraron entusiasmados/as y dispuesto/as a participar. Además, identifican que lo que les queda por mejorar a futuro es delimitar más los temas abordados, para alinear de mejor manera la conversación y las exposiciones.
Como ya se planteó en la primera versión de la actividad, los y las organizadoras miden en cada debate la opinión del público a través de una aplicación donde los/as asistentes pueden votar a favor o en contra de la premisa, al inicio y una vez terminada la discusión. Esta vez ganó el equipo que estaba de acuerdo con la tesis, en ambas ocasiones, con una variación de sólo el 2%. “La votación demostró nuevamente que no hay mucha variación, que cuesta cambiar la opinión del público”, aseguró Plencovich y agregó que el siguiente debate esperan orientarlo a alguna ingeniería.