A través de un vínculo entre Barrio+F y la Dirección de Asuntos Estudiantiles, se realizó el taller “Desarrollos de Emprendimientos de Triple Impacto para el Ecosistema”, donde estudiantes trabajaron en el caso práctico del Jardín Botánico de Viña del Mar y fueron seleccionados/as para ejecutar sus proyectos sustentables el 2021.
Desde el miércoles 21 de octubre, hasta el miércoles 11 de noviembre se realizaron las sesiones del curso, en las cuales los y las estudiantes inscritos/as aprendieron teoría y luego idearon propuestas para apoyar al tradicional jardín, orientados/as siempre por el equipo de Barrio+F.
Luego de algunas semanas de avances, tres estudiantes fueron seleccionados/as para ejecutar sus proyectos en el establecimiento viñamarino. Entre ellos/as, Fernanda Guarda, alumna en cuarto año de Ingeniería Comercial, quien propuso una doble colaboración entre el Jardín Botánico y una organización sin fines de lucro por determinar, a través de la cual construirán una infraestructura con materiales sustentables: “Creando un espacio sustentable de manera contributiva, que vaya en línea con la visión del jardín y permita realizar actividades colaborativas en el lugar, para así generar un impacto positivo en el entorno”, indicó Fernanda, quien también implementará una segunda idea mediante talleres para la comunidad en dicha construcción, enfocados en sustentabilidad, reciclaje, etc.
Otro estudiante quien fue seleccionado para realizar su proyecto fue Andrés Andrade, de tercer año de Ingeniería Civil Industrial: “El taller en sí fue una muy buena experiencia y se movió desde lo teórico a lo práctico, siendo una gran ventana para conocer, primero, el gran trabajo que realiza Barrio+F y todo su equipo y también las distintas necesidades y proyectos futuros que posee el Jardín Botánico Nacional”.
El proyecto de Andrés consiste en rutas de trekking en el Parque de Agua del jardín, habilitando kilómetros de senderos e instalando hitos con dos objetivos: un punto de hidratación en base de agua obtenida desde la condensación del aire y un punto de conexión con el entorno, entregando información sobre flora, fauna, vista, historia, entre otros datos.
Finalmente, la última seleccionada fue Ignacia Bachler –tercer año en Ingeniería Civil en Bioingeniería– quien quiso generar un sentido de pertenencia con la naturaleza y el Jardín Botánico. Ideó un concurso entre facultades, donde cada grupo creará un jardín vertical o muro verde y el ganador tendrá la oportunidad de presentar su proyecto en la entrada del establecimiento.
Para Ignacia, la experiencia “fue muy enriquecedora ya que, aprendí cómo podemos medir el impacto tanto para la comunidad en que vivimos como todo su alrededor. La responsabilidad de que vivamos en un barrio más feliz, más sostenible e integrado es tarea de cada uno de nosotros y nosotras y gracias a este taller pude darme cuenta lo importante que es hacer de cada lugar uno donde podamos expresarnos y compartir con los demás”.