Charla con el profesor Vicente Soto

Viernes en la tarde, temperatura baja, y cuarentena, brinda el escenario ideal para “Café con un profe”, evento organizado por el Centro de Estudiantes de Psicología (CEEPSI), siendo el invitado de hoy, el profesor Vicente Soto de la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Así, el zoom inicia con conversaciones con distintos temas sobre la mesa. Hasta que finalmente, la moderadora Renata Arancibia, da inicio formalmente al evento.

De esta manera, Vicente (como prefiere que le digan) cuenta un poco sobre su trayectoria, tanto como estudiante dentro de la Universidad, como profesional y actual académico. “Partí con la idea de estudiar Derecho. Sin embargo, no sentí que era lo mío. Me metí a psicología no muy convencido pensando en que en verdad yo no tengo el tipo de acercamiento o personalidad que tendría un psicólogo. A medida que avanzaba la carrera me di cuenta de que cosas me gustaban y que cosas no, pero debo decir que igual estuve perdido (comenta entre risas).”

Así, como punto importante dentro de esta parte de la conversación, comenta y recomienda que lo más importante para las personas de nuestra edad, o sea los universitarios, es que se den cuenta de que es en verdad lo que no quieren hacen con sus vidas. Vicente decía que él no quería estar dentro de una consulta todo el día atendiendo gente, que no era algo que se viera haciendo toda su vida, por lo que decidió tomar un camino que en definitiva lo llenara mucho más, en este caso, la investigación.

“Yo en mis tiempos de estudiante, me aperné a un profe. En ese tiempo no existían los ayudantes como era, así que, yo le hacía clases a mis compañeros que cachaban menos dentro de una sala de estudio de la biblioteca, en donde entrábamos cinco o seis personas, parecíamos sardinas. De ahí, ayudaba a mi profe con las investigaciones porque en ese tiempo era uno de los pocos docentes dentro la universidad que se dedicaba a eso. Un día me comentó que estaban pidiendo a un pasante para un laboratorio en Estados Unidos y encontré mi oportunidad. Vi cómo se encendían las distintas secciones del cerebro frente a diversos estímulos y me di cuenta de que eso era lo que quería hacer toda mi vida.”

Con estas revelaciones, en definitiva, se despertó la curiosidad entre los diversos asistentes respecto a la vida del profesor y su trayectoria, por lo que Renata dio el paso a las preguntas, las cuales fueron contestadas por el invitado.

Entre las preguntas aparecieron cuestiones como: “¿Fue muy difícil para usted irse de Chile?”. A lo que Vicente respondió: “En realidad yo a esas alturas, cuando me fui de Chile la primera vez, fue simplemente suerte, la segunda vez había ya más planificación, me fui a especializarme, magister, doctorado, etc., pero en general, siento que no ha sido difícil y que he tenido suerte”.

Dentro de las anécdotas más destacables por parte de los asistentes, se destaca lo contado por el profesor, respecto a su defensa de doctorado: “Yo estaba ahí, frente a la comisión de defensa, y estaba con el celular encima de la mesa, en un contexto en donde casi no te dejan entrar con celular, porque mi señora estaba embarazada y estaba casi por nacer nuestro bebé, obviamente yo estaba nervioso y estaba mirando el celular cada cinco minutos… la defensa duró casi 5 horas, y mi bebé nació dos días después”.

Finalmente, el profesor motivó a los y las estudiantes a que hicieran cosas que los llenaran, que, si querían irse fuera de Chile, se esforzaran, que podían lograr las cosas que quisiera, siempre y cuando trabajaran por ello, y claro, con un poco de suerte. Vicente, quien se retiró contento, dejó abierta la puerta a que se dieran más instancias como estas ya que permiten acercarse al alumnado, especialmente en un contexto en donde “estamos todos aburridos y encerrados”.

Contenido relacionado
Redes Sociales
Instagram