Como cada término de semestre, son varios/as los/as jóvenes que se motivan a participar en actividades en donde puedan aportar a la comunidad, vincularse con personas y conocer nuevas historias y experiencias que, de seguro, marcarán parte de sus vidas. Las organizaciones Estudiantiles de Trabajos Voluntarios y Pastoral, tuvieron ocasión en esta oportunidad, de visitar zonas de la Sexta Región, para ayudar a las personas desde sus respectivas misiones.
Trabajos Voluntarios se vincula con Peralillo
El 03 de enero, 69 estudiantes de nuestra casa de estudio emprendieron un viaje a Peralillo, en un bus cargado de ilusiones, además de víveres, maletas y herramientas para trabajar en zonas de esa comunidad. El lugar de alojamiento y convivencia, fue el colegio básico Violeta Parra Sandoval, ubicado muy cerca de la Plaza de Armas y de las intervenciones sociales que cada cuadrilla estuvo realizando.
Las principales obras que generalmente construyen, son plazas de juegos, calistenia, basureros, bancas, pérgolas y mini invernaderos, no obstante, una de las mejores experiencias que les dejan estas actividades, son los vínculos que generan con gente de la comunidad, como es el caso de la señora Yolanda Orellana Cáceres, vecina del sector, que por iniciativa propia decidió abrirle las puertas de su casa y cocinarles a diario a los/as estudiantes que estuvieron trabajando frente a su domicilio “son excelentes jóvenes, me gusta mucho lo que hacen acá, porque son cosas que nos beneficiarán a todos/as quienes usaremos este espacio y para que los/as niños/as tengan donde jugar, por eso me gusta regalonearlos/as”, enfatizó Yolanda.
Benjamín Coronado, estudiante de Ingeniería Civil, participa por tercera vez de trabajos voluntarios y en esta ocasión señala que “mi experiencia ha sido muy buena, siempre es distinta, los temas que se tocan y los tipos de construcciones, pero siempre las realizamos felices y con harto corazón en cada cosa”. Similar sentimiento expresa Alonso Álvarez, estudiante de Ingeniería Comercial “mi experiencia ha sido bastante buena, siento que es distinto ser cuadrillero a jefe de cuadrilla, ya que ahora mi objetivo es hacer que la experiencia de mi cuadrilla sea gratificante, por lo que trabajas más para tu entorno que para ti mismo, aplicando el liderazgo y la empatía”. Sobre el recibimiento que han tenido por parte de la comunidad, señala “la recepción ha sido muy buena, nos prestaron una sede vecinal, ofrecieron a alguien para cocinar, nos traen bebestibles y se acercan a conversar”.
Jóvenes misioneros/as llevan la palabra de Jesús a la comunidad Peor es Nada
El pequeño pueblo Peor es Nada, llama la atención por su particular nombre, ya que emula una emblemática y tradicional frase chilena que quiere decir “conformarse con algo que sabe que podría ser mejor”, pero que, en este caso, solo obedece a una anécdota familiar de la herencia de este terreno. El pueblo está ubicado en la provincia de Colchagua, en la comuna de Chimbarongo, VI Región y tiene una población aproximada de 1900 habitantes. Es en este sector donde 20 jóvenes católicos/as pertenecientes a distintas instituciones de educación superior, fueron a misionar puerta a puerta entregando la palabra de Jesús, además de generar vínculo con la comunidad, realizando talleres y juegos para los/as niños/as del sector.
De nuestra casa de estudios, fueron tres representantes de Pastoral UAI, una de ellas es Constanza Anabalón, estudiante de Ingeniería civil, quien sale a misionar por segunda vez y dice que “la experiencia ha sido de las mejores, el cariño que te entrega la gente, lo emocionada que una llega es mucho más grato que lo que una pueda entregarles a ellos/as”.
Gonzalo Herrera, jefe de zona de Misión País de Peor es Nada 2020, comenta que la gente los/as ha recibido con mucho cariño, y que ellos/as, como organización, tienen jefes de misión, que se encargan de generar ánimo en los/as misioneros/as, espacios de descansos, esparcimiento, etc. y están también los/as jefes de oración, “los/as cuales son muy importantes porque coordinan la oración de la mañana y la noche y actividades como la vigilia, para nuestras reflexiones y discernimiento interno, para poder formarnos y estar bien junto al Señor, ya que si no hay un bienestar interno, difícilmente podemos llevar al Señor a la misión externa”.
La comitiva que visitó estos trabajos fueron integrantes de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, compuesta por la directora (S) María Fernanda Aranguez, la coordinadora de Difusión y Eventos, Catalina Riveros Pesce, la coordinadora de Apoyo a Iniciativas Estudiantiles, Nicole Gasca, la coordinadora de Bienestar, Vivian Avalos y de la Dirección de Pregrado, Ignacio Contreras y Verónica Espinoza.
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