Desde el departamento de acción social de CEEFIC, Beatriz Ríos, estudiante de cuarto año de ingeniería civil en bioingeniería a cargo del proyecto, nos explicó en qué consiste y cómo se llevó a cabo este bello desafío.
El departamento de acción social del Centro de Estudiantes de Ingeniería tiene como principal objetivo hacer de nuestra comunidad un lugar mejor. Al percatarse de las dificultades que han ido enfrentando a nivel social y familiar distintos tipos de comunidades en nuestro país a raíz de la pandemia, empeorando el desarrollo a nivel básico de algunas personas, es que como centro de estudiantes decidieron actuar, aprovechando la tremenda oportunidad de los “Fondos Concursables DAE” de este primer semestre 2021. “Cuando vimos la posibilidad de postular a los fondos concursables, lo tomamos como una súper buena opción, porque nosotros ya teníamos pensado desarrollar algún tipo de proyecto por el estilo, y teniamos un fondo destinado a ello, pero vimos la oportunidad de poder contar con una base mucho más sólida y tener certeza de qué era lo que vamos a poder hacer y desarrollar con este proyecto”, comentó Beatriz Ríos, quien respondió varias preguntas sobre el proyecto ganador de los Fondos Concursables DAE: “Toma Dignidad”.
¿De dónde surge la idea de ayudar a la “Toma Dignidad”? ¿Qué ocurre en ella?
En un principio, comentó Beatriz, “íbamos a trabajar con un jardín infantil que quedaba en la comuna de Peñalolén, pero tuvimos unas dificultades en el camino, así que rápidamente nos pusimos en contacto con el “Campamento Dignidad”, que queda la comuna de La Florida. Este campamento tiene familias que vienen desde las comunas de La Florida, Peñalolen y Puente Alto principalmente. Hay muchas familias que llegaron ahí a raíz de la pandemia por crisis económica, las cuales no podían seguir pagando los arriendos donde estaban viviendo y tuvieron que llegar al campamento de un día para otro. El campamento ha crecido tanto, que hoy en día tiene 5 etapas más o menos, viven alrededor de unas 700 familias aproximadamente, entre 700 y 800. Cada etapa tiene una organización en la cual cuentan con dirigentes que los van a organizando. Nosotros nos pusimos en contacto con ellos para poder tantear un poco el terreno y ver qué era lo que más se necesitaba y cosas por el estilo, y llegamos a generar una campaña que consistía en entregar cajas de alimentos, útiles escolares y sets para niños más pequeños, como pañales o toallitas húmedas”
¿Cómo lograron el contacto con el campamento? ¿Es este proyecto inédito o buscaron ayuda de otros grupos organizados?
El contacto lo establecí yo, mi mamá es trabajadora social, entonces desde muy chica que he estado metida en temas de ayuda social, conociendo la realidad que tienen familias que viven en un radio súper cercano a nosotros. Y el año pasado cuando comenzó la pandemia, mi mamá en su trabajo se percató que mucha de la gente con la que trabajaba no tenía plata para comprar comida, cloro, cosas para desinfectar o útiles de aseo. Y en ese entonces nosotros decidimos armar una campaña con amigos y familiares para pedir fondos y poder ir en ayuda de este campamento que es donde nosotros fuimos este año (como CEEFIC), viendo que la situacion no había cambiado mucho, y que incluso habia empeorado para muchas familias, así dijimos: “tenemos esta oportunidad (de los fondos concursables), está el contacto listo, hagámoslo, ¡y hagámoslo más grande!”. Asi que nació la idea basado un poco en mi experiencia personal en relación a lo que había hecho el año pasado, y ahora lo quise expandir al departamento de acción social de CEEFIC.
¿Cuál es el equipo de gente con la que están trabajando? ¿Cómo es la dinámica de trabajo?
Junto a Catalina Quintanilla, también parte del departamento de acción social del Centro de Estudiantes, nos hemos encargado desde postular al fondo hasta hacer los presupuestos, ir a comprar, armar los kits, etcétera. Además, tuvimos harto apoyo de amigos externos a CEEFIC, fue más bien un trabajo en representación de acción social y amigos nuestros, porque en verdad era mucho trabajo. Así que durante la semana de descanso armamos las cajas y entregamos todo.
¿Fue suficiente el monto otorgado por los Fondos Concursables, o tuvieron que acudir a otros medios para obtener recursos?
La verdad es que el campamento tiene un índice de vulnerabilidad super alto. En ese sentido, aunque nosotros hubiésemos puesto dos millones de presupuesto para poder ir en ayuda, siempre uno va a quedar corto, porque las necesidades ahí son muy grandes. Sin embargo, como departamento de acción social dentro del Centro Estudiantes de Ingeniería tenemos un presupuesto anual para ocupar en nuestros proyectos, y nosotros sacamos 500.000 pesos de ese fondo, que lo sumamos a los 627.000 de los fondos concursables, y aparte recibimos un par de donaciones extra de algunos estudiantes, y bueno, dentro de mi familia también juntamos algunas otras cosas para poder ayudar.
Por último, nos comentó Beatriz que junto a Catalina están siendo parte de un comité nuevo en la universidad de responsabilidad social universitaria, en el cual van a estar trabajando en pos de más desarrollo, y tratando de hacer un poco más partícipe al estudiantado de la UAI en lo que respecta a la ayuda social.
Si quieres saber cómo ayudar a las familias en Toma Dignidad, contactarse con Beatriz vía mail: brios@alumnos.uai.cl