La lucha feminista y la propagación de esta causa por todo Chile, ya no es un tema nuevo ni ajeno. Tanto en nuestro país como en los demás países del mundo han estado presentes mujeres que se han atrevido a pelear por sus derechos y han exigido ser escuchadas y respetadas en sus manifiestos.
Un grupo de mujeres de la UAI se reunió en dos ocasiones -en la sala de estudio de La Aldea-para participar del Taller de Lectura Feminista, el cual fue organizado por el grupo organizado de estudiantes, Equitas, para plantear diversos temas, los cuales fueron guiados por la escritora y activista feminista, June García Ardiles, coautora de los libros “Tan Linda y Tan Solita” y “Lulú quiere ser presidenta”.
Según explica Catalina Frings –estudiante de Derecho- en la primera sesión se habló de Feminismo en general, ahondando en las problemáticas y dificultades de poder llevarlo a la práctica, tanto en los círculos familiares, de pareja, como de amistades. Las conclusiones radican en que el feminismo es un proceso largo y difícil, pero en el que el objetivo principal es poder crear los espacios para poder hablarlo, cuestionarlo y visibilizarlo.
En la segunda sesión se trataron temas de antiespecismo (predominancia de ciertas especies por sobre otras) y sexualidad de la mujer. Sobre este último tema, se profundizó en tópicas conflictivas, sobre todo lo que es el estilo musical y de baile Reguetón. La conclusión frente a esto fue tomar una mirada crítica, al conscientizarse sobre ello y hacerlo visible, no negarlo. El Reguetón, pese a ser del lado machista (el cual se da en todos los géneros musicales), ha ocupado un rol importante sobre la liberación sexual de la mujer.
“Lo que nos motivó a realizar este taller fue poder crear espacios de discusión y conversación en el que podamos cuestionarnos –en un ambiente seguro- distintas temáticas que han sido debatidas con respecto al feminismo. A partir de lo anterior, también poder compartir nuestras propias experiencias y visiones, lo que hemos encarnado y lo que ha sido el proceso de desconstrucción de cada una en un contexto tan hostil y patriarcal que nos limita desde el día uno de vida”, reflexiona Catalina, agregando que “la mayor conclusión por lejos fue entender que estamos en un proceso infinito, que la lucha feminista no termina nunca y –por lo mismo- poder tener este tipo de instancias para cuestionarnos y hacernos conscientes del medio, son cada vez más relevantes e imperantes”, concluyó.