En el marco de la campaña de inclusión que ha impulsado el CADE (Centro de Asesoramiento y Desarrollo Estudiantil), se realizó el miércoles 27 de marzo la charla “Cambio de Mirada”, presentada por la Psicóloga y Terapeuta Ocupacional de nacionalidad española -Ruth Duque- quién cuenta con vasta experiencia en este tema.
Luego de la presentación en el Auditorio del Edificio A, en donde hizo un repaso por las diferentes formas de discriminación que han existido históricamente hacia las personas con discapacidad, apoyándose en videos de alto impacto, quisimos conversar con ella para ahondar y reflexionar sobre la inclusión en Chile.
“Nada sobre nosotros, sin nosotros”
¿Qué avances has visto en inclusión en los últimos años, aquí en Chile?
Yo creo que a nivel de infraestructura y entorno, se ha ido avanzando muy de a poquito, porque no es una prioridad. En el fondo pasa en todos los aspectos, el tema de la discapacidad no es productivo -por decirlo de alguna manera- entonces las inversiones que hacen desde el punto de vista de favorecer la calidad de vida de estas personas son muy mínimas. Por ejemplo, yo vivo en la comuna de San Miguel, y al estar más involucrada en este tema, hace que mire la realidad desde mi perspectiva y yo digo “por acá es imposible que una persona pudiera movilizarse sola con una silla de ruedas, en pleno 2019, es increíble”. Ahora, en tema actitudinal, yo sí pienso que ha habido un avance, no solo en discapacidad, sino que en diversidad. Fíjate que los cambios van a un ritmo muy potente y que es la misma sociedad quien está abanderando esos cambios porque nos estamos dando cuenta de que al final la diversidad somos todos.
En términos sociales y humanos ¿La gente tiende a empatizar –en lo cotidiano-con las personas con capacidades diferentes?
Yo creo que hay falta de empatía y eso corresponde a una campaña de desinformación que ha habido siempre alrededor de la discapacidad. Si las personas entendieran un poco en qué consiste la discapacidad sería más fácil que pudieran ir a empatizar con la necesidad de la persona y cederles su puesto en el ascensor, por ejemplo, dándose cuenta de que él o ella pueden irse por las escaleras. Yo creo que por suerte se está visibilizando mucho la necesidad de una sociedad diversa, de que estos tradicionalismos, y todas las estructuras sociales ya no nos funcionan y creo que eso está generando cambios que están beneficiando a las personas con discapacidad, pero creo que también parten de la propia sociedad, del darnos cuenta de que independientemente del “colectivo” al que uno pertenezca, de alguna manera todos somos excluidos por esta sociedad, que nos categoriza tan cerradamente y en función de esta categoría a la que muchas veces ni siquiera tienes acceso a transitar a otra, se te van cerrando muchas puertas y oportunidades. Entonces yo creo que ya estamos un poquito cansados de esas limitaciones. Por suerte estamos en un momento de ruptura social, de ruptura de estructuras y dinámicas sociales que obvio que van a favorecer al tema de la inclusión y a las personas que con discapacidad.
¿Qué opinas de la Ley 21.015, que obliga a las empresas que cuenten con más de 100 trabajadores a contratar al menos al 1% de personas con discapacidad?
Yo creo que la obligatoriedad e inclusión -en la misma frase- ya no funciona, es contradictorio. El tema es que en la Ley anterior, la N° 20.422, que aún está vigente, hay un artículo de una elección preferente. El sugerir y no estipular un mínimo siempre estuvo, el problema fue cuando no se pudo garantizar los derechos de las personas en cuanto a inserción laboral y hubo que establecer esta otra Ley. Entonces claro, ojalá que todo surgiera de un cambio cultural, de una verdadera concientización de que esto es una necesidad, pero fíjate que esta Ley nos ha permitido instancias que antes de su surgimiento no existían. No habríamos podido llegar al mundo empresa que también sabemos que mueve mucho, todo lo que sale de ahí tiene una potencia mucho mayor que la que podríamos tener en la lucha individual. Por ejemplo, hoy en día, las personas con discapacidad intelectual que estudian en una escuela especial no egresan con ningún tipo de reconocimiento a nivel ministerial, nada acredita que tengan estudios. Entonces, a la hora de que esta Ley ha generado esta necesidad de que las empresas salgan a buscar a estas personas, se están dando cuenta de esta problemática. La mayoría de las empresas tienen el criterio de contratar personas con un mínimo de cuarto medio, y estas personas no pueden dar cuenta de este 1%, entonces obvio que eso va a generar también el remover el sistema educativo y ver qué hacemos con esta problemática de la educación en personas con discapacidad, del acceso a la educación y no sólo a la educación obligatoria, sino a la educación universitaria. Al tener una persona que no tiene un reconocimiento a nivel ministerial, entonces le hemos cerrado la posibilidad de entrar al mundo universitario, por lo tanto, yo creo que desde esa Ley se va a provocar que se genere mucho ruido y todo el ruido que se haga para favorecer la calidad de la vida de las personas, de donde vengan, bienvenido sean.
¿Cómo ves –en futuro cercano- a la sociedad Chilena frente al tema de la Inclusión?
Ha habido avances, yo creo que más que abanderarnos por una causa, cualquier diversidad, ya sea discapacidad u orientación sexual, lo que queremos hacer es desconstruir lo que hay y yo creo que eso es a nivel de sociedad de decir “esto ya no sirve”; “esto ha dejado de ser útil”; “esto ya duele”, entonces yo le amparo un muy buen pronóstico porque veo movimiento, veo ruido en muchos lados diferentes, veo ruidos en el mundo laboral, veo ruidos en el mundo universitario, se está empezando a generar ruido en los mismos colegios y yo creo que al final es eso, los cambios vamos a ir generándolos desde abajo hacia arriba, peros son los más potentes…en la educación está la clave.
Revisa el álbum de fotos de lo que fue esta charla aquí.