Hablar de inclusión dentro de un espacio universitario no es fácil, dado el desconocimiento general que existe sobre lo qué es y cómo se manifiesta, pero es un elemento gravitante en el buen convivir universitario. Por ello, Valentina Fajreldin Chuaqui, antropóloga de la Universidad Chile, a cargo de la instancia Iniciativa de Convivencia Universitaria (ICU), en la misma casa de estudios, nos comparte su visión y opinión sobre inclusión enmarcada dentro de la convivencia respetuosa universitaria.
¿Cómo se podría describir la convivencia respetuosa dentro de comunidad educativa universitaria?
Una convivencia respetuosa es aquella que permite el desarrollo de sus máximas capacidades a cada miembro de una comunidad universitaria, sin depender de la posición que esta persona ocupe dentro de la estructura de la institución. En tal sentido, el principio fundamental es que todos somos necesarios y valiosos en nuestra calidad de personas, antes que en función de los roles que asumimos.
¿Por qué consideras que es importante reflexionar sobre inclusión y convivencia respetuosa dentro de las universidades?
Dentro de las instituciones, de cualquier naturaleza que sean, se dan dinámicas entre las personas, que parecen naturales y dadas, y por tanto no se pueden observar a simple vista ni menos poder criticarlas y transformarlas cuando es pertinente hacerlo (por ejemplo cuando generan inequidades, malestar, opresión, etc.). Considero que existen temas que son necesariamente dignos de ser reflexionados y por ende es importante que alguien pueda impulsar o estimular esa reflexión consciente y sistemática.
¿Qué opinión tienes del trabajo realizado en Chile sobre convivencia universitaria?
En Chile existen distintos abordajes del tema pero han estado más bien centrados en la particularidad de los contextos de la educación primaria y secundaria –muy relevantes de abordar sin duda-; y no tanto en el ámbito universitario. Este último tiene particularidades y desafíos que hacen necesario abordarlo con una perspectiva integral, dada la complejidad de los actores que existen a ese nivel, como por las repercusiones para el país que tiene la Universidad, donde la ética y la responsabilidad hacia la sociedad no pueden ser elementos menores en comparación con la experiencia técnica que la universidad produce para el país.
¿Cómo se podría impulsar un ambiente de convivencia respetuosa dentro de las universidades?
Impulsar un ambiente de convivencia respetuosa pasa, en primer lugar, por acordar valores y principios comunes a los miembros de la comunidad universitaria en particular; en el nivel en que esto sea necesario; es decir, a nivel de centro, de facultad, de campus, de universidad completa, en fin. Definir de alguna manera una base sobre la cual vayamos fundamentando nuestra hoja de ruta en el trabajo de convivencia. Más que paliar los daños que ya se hayan producido dentro del convivir cotidiano de todos los actores; lo que amerita ser impulsado es un enfoque promotor y preventivo en tal sentido, una cultura propiamente tal.
¿Qué estrategias podría recomendar que hayan dado resultados positivos en la convivencia respetuosa y valoración de la diversidad?
Bueno, el trabajo que estamos desarrollando en la Universidad de Chile tiene distintos ejes y la estrategia fundamental es facilitar el diálogo a través de comités u otras instancias que promuevan ambientes éticos locales y o bien aconsejen caminos de resolución de conflictos cuando estos ya se han instalado. Asimismo es importante relevar el tema en la formación de todos los miembros de la comunidad universitaria; y favorecer una permanente sensibilización de todos y todas con la necesidad de una cultura de la paz y un ambiente humanizado. Todo ello orientado por cierto a entregar a la sociedad lo que esta debiera esperar de la Universidad como idea.