¿Han oído hablar del ciberacoso? Este término es una derivación del término en inglés Cyberbullying, no obstante, este último se ha asociado más a los/as niños/as escolares, mientras que el ciberacoso se asocia más a personas mayores de edad. En ambos casos, se trata del acoso a través de redes sociales y de medios de comunicación digital, tales como celulares, tablets, computadores, etc., en donde denostan a las personas a través de ataques personales o divulgación de información privada y en muchos casos, información falsa que daña la reputación.
Las personas afectadas manifiestan sentimientos de humillación o vergüenza, al ser objeto de observación y de réplicas de este material malintencionado que es compartido por miles de personas que son usuarios de redes sociales como Facebook, Instagram, Whatsaap, Snapchat o Twitter, en donde no se mide la consecuencia de que este comportamiento puede llegar a ser considerado ilegal o criminal.
Bajo este contexto, es que quisimos consultarle a la psicóloga educacional del CADE (Centro de Asesoramiento y Desarrollo Estudiantil) -Javiera Díaz- para que entregue su visión profesional frente a este tema que preocupa a la comunidad estudiantil.
¿Qué señales muestran que estamos ante un caso de ciberacoso?
Algunas señales o indicios son los siguientes:
- Cuando se hace pública la difusión de datos personales a través de redes sociales. La mayor parte del tiempo son datos que la víctima le ha confiado a alguien cercano.
- Pérdida de respeto mediante insultos. Las víctimas pueden verse insultadas a través de las redes sociales, su correo electrónico, etc.
- Agresiones verbales u hostigamiento. El celular, los chats, los foros, redes sociales, etc. se pueden usar como medios para el acoso.
- Difamación: Degradación de la víctima a través de informaciones falsas o inventadas a través de webs, chats, redes sociales, correos electrónicos, etc.
- Usurpación de identidad. Suplantación de la identidad de la víctima mediante sus cuentas personales para realizar comentarios crueles y agresivos en nombre de la propia víctima.
- Bloqueo en la red social. Excluyen a la víctima bloqueando su acceso en determinada red social con el fin de aislarla.
- Ciberpersecución. Se realiza mandando continuos mensajes al móvil o al correo electrónico, o a través de la red social amenazando e insultando a la víctima.
- Paliza feliz o happy slapping. Consiste en difundir la grabación de las agresiones físicas para después subirlas a Internet o difundirlas a través de las redes sociales.
¿Cómo deberíamos actuar al respecto?
Existen algunos tips que pueden ayudar:
- Hablar al respecto.
- Ignorarlos.
- Nunca tomar represalias ni contra-ataques.
- Decirles que se detengan.
- Guardar la evidencia.
- Bloquear el acceso a los acosadores.
- Reportarlos al proveedor de sitio web.
- Nunca reenviar los mensajes de los acosadores.
- Denunciar a la PDI (Policía de Investigaciones de Chile).
¿Las redes sociales son las culpables de esta situación?
No culparía a las redes sociales, pero está claro que desde que empezamos a tener acceso a las redes sociales, todo lo que pase con éstas nos hace más vulnerables. De alguna forma facilitan el caer en este juego de acoso virtual, creando falsas identidades y siendo alguien que no eres detrás de una pantalla.
¿Cómo crees que se ha abordado este tema en Chile?
En Chile el tema ha sido abordado principalmente por el MINEDUC y la Superintendencia de Educación, pero específicamente en la Educación Escolar. Creemos que falta más información y sobre todo prevención, ya que al ser acoso cibérnetico en mayores de edad, la sanción es penada por la Ley y los canales de denuncia pasan directamente a PDI, y es esto último lo que se desconoce.
¿La privacidad es la clave para evitar el ciberacoso?
Una de las claves es la privacidad, pero también saber a quién tienes en tus redes sociales, ya sea Instagram, Facebook, WhatsApp, etc. Proteger tu cuenta, tener a reales conocidos, no hacer públicos datos privados, como celular, lugar donde estudias, ciudad etc., es otra manera de protegerse. Por último, debemos considerar que al mandar imágenes, claves, textos, lo que sea por whatsapp o por otra red social, ya se escapa de nosotros. La persona que lo reciba puede no hacer nada con ello, pero también puede reenviar, perder su teléfono, compartir sus claves, etc. Y que, de esa manera, un aspecto de privacidad que solo quisiste compartir con una persona, de pronto, esté a la vista de muchos. Por eso, debemos evaluar siempre las posibles consecuencias antes de hacerlo.
Si necesitas ayuda u orientación frente a este tema, escribe a cade.stgo@uai.cl