Conversatorio: Bienestar en las Relaciones

20 noviembre, 2020 Actividades DAE Estudiantes

Charla organizada por el CAAENS «Como promover espacios de buen-amor con nuestra pareja, además de bienestar en la relación, comunicación, apego y evitar caer en relaciones toxicas, encontrando su límite.”

El departamento de bienestar del Centro de Estudiantes de Economía y Negocios de Santiago (CAAENS), invito al Psicólogo Juan Cristóbal Concha, especializado en la diversidad sexual y exalumno de la universidad Adolfo Ibáñez, a explicar la diferencia que existe entre una relación con un vínculo, que es y cómo el apego logra ser una herramienta fundamental en nuestra vida, además, de los distintos tipos de apego que existen y como estos nos ayudan a evitar relaciones tóxicas en un futuro. Durante el conversatorio hubo una participación aproximada de 50 personas, las cuales fueron generando distintas preguntas a Juan mientras avanzaba en la presentación.

En primer lugar, Juan establece la diferencia entre una relación y un vínculo, conceptos distintos y que usualmente las personas ocupan para señalar el mismo significado. Por un lado, la relación corresponde a un espacio de cariño y afecto de forma externa, es decir, sin una intimidad de cariño o afecto hacia la otra persona. En cambio, un vínculo corresponde a un espacio de intimidad con otra persona, donde se ven envueltos todos los patrones de apego de la infancia, es decir, se muestra un lazo afectivo y emocional, siendo una base segura para sobrevivir y controlar estados mentales o de estrés. El apego, es una parte fundamental para desarrollar relaciones sanas con otras personas, la cual se crea en nuestra infancia, y que se va repitiendo y desenvolviendo en la adultez, por esta razón, depende del tipo de apego que se haya formado en la infancia la que se reflejará en un futuro.

Con esto, Juan señalo y describió los 3 tipos de apego que una persona puede desarrollar en la niñez, el apego seguro, ansioso o evitativo. El primero lo definió como las personas que buscan el contacto, cariño o afecto con su figura de apego en momentos de estrés, siendo más abierto a sus emociones y pensamientos. Por otro lado, el ansioso lo identificó como una persona poco predecible, que siente su entorno como amenazante y que es ansioso a una posible separación por su figura de apego, buscando su amor constantemente. Por último, el apego evitativo lo describió como una persona que le es difícil tener una conexión emocional, aunque sea la figura de apego, evita el conflicto y reacciona de manera distante ante situaciones amenazantes, producto de algunas heridas emocionales desarrolladas durante su crecimiento. Para Juan, “lo más importante es saber determinar tu tipo de apego, que ninguna es mala ni buena, todas se deben trabajar, con fin de conocerte y para poder transmitir esta información a tu figura de apego”.

Dado lo anterior, señala: “¡El amor no es suficiente para tener una relación sana!”, esto debido a que el vinculo que se genera entre dos personas depende de la mirada hacia adentro de cada participante del vinculo y de cómo se ponen en juego las heridas de apego que se generaron durante la infancia, dejando en claro que, al momento de conocer una persona, uno/a entra en una etapa de conocimiento, mostrando sus mejores “virtudes” al/la otro/a. Luego, si esa etapa se sigue desarrollando se entra al terreno de una relación, es decir, “vas exponiendo tu vulnerabilidad a la otra parte abriéndose el camino más difícil, ser aceptado/a o rechazado/a”. Juan señala que: “el rechazo es doloroso, pero que te abre la vista de que ese lugar no correspondía, es decir, esa relación se destruye o simplemente se mantiene como un espacio de cariño externo. Pero, si la otra parte acepta tus heridas de apego, esta se queda y va dando paso a un futuro vínculo. Según Juan, un vínculo se logra construir en un proceso de 2 años, luego de esto, esa persona forma a ser tu figura de apego, pero es importante que esto sea horizontal, es decir, que para ambos sean su figura de apego”. La pregunta que más generó discusión fue: ¿Una persona puede tener más de una figura de apego?, señalada por una persona anónima, a lo que el psicólogo respondió: “esto sí se puede dar, pero que siempre tendrás a uno como núcleo y a la cual vas a recurrir en tus situaciones más difíciles, por ejemplo, en la infancia es tu madre o padre, en la adolescencia tiende a ser tu mejor amigo o amiga y en la adultez para a ser tu pareja”.

Dado todo lo anterior, él señala que la sociedad nos acostumbra a ser lo más independientes posibles, que no debemos llorar en situaciones difíciles y tratar de ser fuertes en esos momentos, pero es esto los que nos genera las heridas de apego, es decir, es necesario que se genere y eduque la dependencia emocional, ya que esta nos va a ayudar en momentos de estrés, a conectar con nuestra vulnerabilidad y saber actuar de mejor forma.

Al termino del conversatorio, se generaron muchas reacciones de felicitaciones para Juan Cristóbal, como fue el caso de Ricardo Cruz, estudiante de ingeniería comercial: “Estuvo muy buena esta charla, felicitaciones”, de esta manera se dio por finalizado los conversatorios del año 2020 por parte del departamento de bienestar.

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